Vivir solo en España: una tendencia en alza… pero no apta para todos.

por | 09/09/2025 | Sin categorizar

Los hogares unipersonales son cada vez más frecuentes en España y representan una parte sustancial del parque de vivienda. Esta evolución responde a factores demográficos, sociales y laborales; sin embargo, detrás del aumento de la cifra —y de la percepción de libertad que esto puede implicar— existen obstáculos reales que ponen en duda si vivir solo es una opción viable y sostenible para todos.

No es solo una moda: la realidad demográfica

Las cifras oficiales confirman que los hogares unipersonales están llamando la atención: el 1 de enero de 2024 ya representaban cerca del 28% de los hogares en España (alrededor de 5,4 millones de personas viviendo solas). Según la Proyección de Hogares del INE (2024–2039), si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales, los hogares unipersonales podrían llegar a 7,7 millones en 2039, el 33,5% del total —un incremento del 41,9% respecto a 2024.

Esta tendencia, que refleja el envejecimiento poblacional, la reducción de miembros en los núcleos familiares y los cambios en los hábitos de vida, tiene implicaciones sobre la demanda de vivienda, la composición del mercado y la planificación urbana.

Por qué vivir solo puede ser un desafío importante

Aumento de los costes fijos

En un hogar de un solo integrante, todos los gastos fijos (alquiler o cuota de la hipoteca, suministros, seguros, IBI, comunidad, mantenimiento) recaen sobre una única renta. En mercados tensionados como Barcelona o Madrid, esta carga hace que muchas viviendas sean inaccesibles sin compartir.

Menos economías de escala

Compartir vivienda permite repartir suministros, seguros y gastos domésticos; vivir solo elimina estas economías e incrementa la vulnerabilidad ante un imprevisto económico (reparación inesperada, baja laboral, etc.).

Acceso al crédito más exigente

Las entidades financieras valoran su capacidad de reembolso. Para una persona sola suele ser necesario un ahorro previo más elevado, salarios más estables y, a menudo, avales familiares para acceder a condiciones hipotecarias favorables.

Falta de ahorro y fragilidad ante cambios

Un solo salario tiene menos margen de tolerancia ante la pérdida de ingresos o el aumento de cuotas, lo que puede derivar en inseguridad si no existe un fondo de emergencia adecuado.

Alternativas y soluciones prácticas

Existen alternativas que reducen la carga económica y operativa para quien quiere vivir solo sin exponerse a riesgos excesivos:

Compartir espacios o coliving regulado

Modalidades de cohousing o coliving ofrecen independencia con costes más bajos y servicios compartidos.

Compra compartida o cooperativas

Modelos de copropiedad o cooperativas reducen el esfuerzo inicial y permiten acceder a viviendas con menor impacto financiero.

Viviendas más pequeñas o ubicaciones periurbanas

Optar por inmuebles de menor superficie o zonas con mejor relación calidad/precio puede ser una solución viable.

Productos financieros y seguros adaptados

Hipotecas con períodos de carencia, seguros que cubren pérdida de ingresos e instrumentos de ahorro programado pueden aumentar la seguridad.

Planificación y fondo de emergencia

Como regla, contar con un fondo de imprevistos y una planificación presupuestaria es fundamental para sostener la independencia residencial.

¿Qué pueden hacer las administraciones y el sector privado?

La solvencia de esta opción para más personas pasa por medidas coordinadas:

  • Incentivos para la oferta de vivienda asequible y promociones de microviviendas.
  • Productos fiscales y financieros orientados a compradores individuales.
  • Programas de inclusión para personas mayores que viven solas.
  • Desarrollo de servicios y productos privados que minimicen riesgos.

En Llach Serra te ayudamos a gestionarlo

La creciente presencia de hogares unipersonales refleja cambios sociales profundos. Sin embargo, vivir solo implica costes adicionales, riesgos financieros y una necesidad de planificación que muchos no consideran previamente. Hacer posible esta opción para un número más amplio de personas exige medidas individuales (planificación y asesoramiento), productos y servicios adaptados y políticas públicas orientadas a la accesibilidad y la seguridad de la vivienda.

Si se valora vivir solo, la recomendación es realizar un análisis financiero honesto y detallado y considerar alternativas y apoyos. En Llach Serra ofrecemos asesoramiento para valorar la viabilidad de la decisión: comparativa entre alquiler y compra, estudio de financiación y opciones adaptadas a cada perfil. Si tienes cualquier duda o quieres más información, contacta con nosotros. Estamos aquí para asesorarte.